Cada euro que se gana en España es fruto del sacrificio

ESPECIAL DESDE ESPAÑA. Las paraguayas trabajan hasta doce horas diarias y la mayoría tiene más de una ocupación. El envío de las remesas obliga a vivir con lo justo. Todas anhelan volver al país, si las condiciones mejoran. Foto: Lucy Ramírez, una de las miles de paraguayas que viven en España.

Trabajan entre diez y doce horas al día, y muy pocas se acercan a ganar mil euros (6.750.000 de guaraníes).


La vida de quien se fue a España a buscar trabajo es sacrificada, y está bastante lejos del cuento color rosa idealizado desde aquí.


Lucy Ramírez, 35, trabaja un promedio de doce horas por día. Se ocupa de la limpieza en cuatro lugares diferentes, y solo se permite un descanso los domingos.


Ella es de Concepción, y tiene experiencia en cuanto a migrar se refiere. Vivió diez años en la Argentina, haciendo lo mismo que está haciendo ahora en Madrid.


Sus dos hijos, de 16 y de 3 están en Concepción con su madre. "Les extraño muchísimo, y no veo la hora de conseguir mis papeles para poder ir a estar con ellos, mi pensamiento es ir a Paraguay y en eso estoy", señala.


Para Lucy no hay muchas diferencias con respecto a Buenos Aires, pero estar alejada de sus hijos le sigue pesando. La distancia, sin embargo, ahora se siente diferente, ya que antes, en 18 horas ya podía estar en su casa.


TODO CARO. Con un solo trabajo, máximo se pueden obtener de 700 a 750 euros al mes, informa Lucy y explica que "como interna ganaba 700, y no me sobraba. Ahora que trabajo en varios lugares estoy ahorrando más".


Reconoce que la realidad en este país es bastante dura, "si uno realmente viene a trabajar, las cosas no son fáciles. Es cara la vida, todo es muy caro, hay que pagar el piso, la comida y se trabaja mucho".

La concepcionera comparte una habitación con otras tres amigas paraguayas, y la convivencia no presenta problemas.


"Yo trabajo desde las 8 de la mañana y vuelvo a las 10 de la noche, todos los días, llegás muerta, creo que por eso no nos molestamos", cuenta.


CONTROL. Sin embargo, las chicas que trabajan de externas, corren un riesgo mayor de que en la calle, o en el metro la policía les pida sus papeles. A Lucy no le preocupa, porque piensa que "si uno no comete un delito, no tienen por qué agarrarle".


Comenta que por aquí, las paraguayas son muy apreciadas, "dicen que somos las más guapas...", se ríe, y no a clara si lo de guapa es por lo bonitas, o por lo sacrificadas.


Siempre que puede, Lucy va a un locutorio cercano a su casa, ahí navega, lee Última Hora y espera a que las cosas cambien en el país.

"Ojalá que el país cambie un poco, para llevarnos a todos otra vez de vuelta. Nosotros no cambiamos al Paraguay y tarde o temprano estaremos ahí.


-¿Aquí o allá, dónde querrías vivir?


-No, yo vivir acá no, porque yo acá tengo trabajo, tengo todo, pero no tengo a mis seres queridos; no cambio mi país y mi familia.


MUCHO ESFUERZO


Entre 600 y 750 euros, perciben las mujeres que realizan tareas domésticas en España, como internas.


Las tareas más comunes son la limpieza y el cuidado de niños y de personas mayores.


Vivir fuera del lugar de trabajo implica alquilar un lugar. Para acercarse a los mil euros, se necesitan tres y hasta cuatro trabajos.


EL INEVITABLE AJUSTE DE CINTURONES

Los compatriotas que envían dinero desde España pueden entregar un promedio de 200 euros (1.350.00 guaraníes) a sus familiares por cada vez que remesan, lo que en la mayoría de los casos ocurre una vez al mes.


El envío de dinero a los familiares que quedaron en el país, implica para los migrantes un inevitable ajuste de cinturones.


Significa también que, el proceso para pagar las deudas que por lo general motivaron el viaje, se hace más largo.


Un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informa además que de los paraguayos encuestados, un 34% gana menos de 800 euros al mes.


Así también, un porcentaje muy bajo de personas trabajan como profesionales o en cargos gerenciales.