El papa Benedicto XVI, una vez terminado el mensaje navideño “Urbi et Orbi” en el Vaticano, felicitó por la Navidad en 63 idiomas del mundo, incluido, este año por primera vez, el guaraní, lengua nativa que se habla en Paraguay, noreste de Argentina, sur de Brasil y el Chaco boliviano. “Ko Navidad árape che maitei ame’ê peême” (en esta Navidad les hago llegar mi felicitación), dijo el Pontífice.
El papa Benedicto XVI impartiendo su bendición “Urbi et Orbi” tras un mensaje navideño. Al finalizar, envió un especial saludo en el idioma guaraní, por primera vez este año. (AFP)
CIUDAD DEL VATICANO (ANSA, EFE, Reuters). “Deseo que la luz de Cristo, que viene a iluminar a todo ser humano, brille de aquí en adelante y lleve consuelo a aquellos que viven en la oscuridad de la pobreza, la injusticia y la guerra“, destacó el papa Benedicto XVI en una parte de su mensaje ayer.
La Navidad debería llevar esperanza a los que “aún se les niega sus legítimos anhelos de una existencia más segura, de salud, educación, empleo estable, y una completa participación en las responsabilidades civiles y políticas, libres de la opresión y protegidos de las condiciones que ofenden a la dignidad humana”, remarcó.
El Papa, en la tercera Navidad de su ministerio, agregó que “las víctimas de sangrientos conflictos armados, del terrorismo y de todo tipo de violencia, que causan sufrimientos inauditos a poblaciones enteras, son especialmente las categorías más vulnerables, los niños, las mujeres y los ancianos”.
Benedicto XVI también remarcó sobre las grandes amenazas que afronta el mundo actual. “Las tensiones étnicas, religiosas y políticas, la inestabilidad, la rivalidad, los desacuerdos, y todas las formas de injusticia y discriminación están destruyendo el tejido interno de muchos países y enturbiando las relaciones internacionales”, sostuvo.
Vista general de la misa del gallo celebrada por el papa Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro. (EFE)
“En este día de paz, el pensamiento va sobre todo adonde retumba el fragor de las armas, y las otras tantas situaciones de crisis, desgraciadamente olvidadas con frecuencia”, dijo el Pontífice en otro pasaje.
“Que el niño Jesús lleve consuelo a quienes sufren e infunda a los responsables de los gobiernos sabiduría y coraje para buscar y encontrar soluciones humanas, justas y duraderas”, pidió Benedicto XVI.
Tras el mensaje, impartió la bendición “Urbi et Orbi” y saludó en 63 idiomas. Uno de los nuevos lenguajes utilizados este año fue el guaraní.
Previamente, el Papa celebró la entrada de los 1.100 millones de católicos en la Navidad con una misa del gallo masiva en la que instó a los fieles a hacerse un tiempo y un espacio para Dios, para los necesitados y para quienes sufren.
Benedicto XVI celebró una misa ante 10.000 personas en la Basílica de San Pedro, en una noche fría, y habló en su sermón sobre el significado del nacimiento de Jesús diciendo que el hecho de que Jesús haya nacido en un pesebre porque no había lugar para María y José en Belén tenía un paralelo en la modernidad.
“De alguna forma, la humanidad está esperando a Dios, esperando que se acerque. Pero cuando el momento llega, no hay lugar para él”, dijo el Papa. “El hombre está tan preocupado en sí mismo, tiene una necesidad tan urgente de dedicar todo el espacio y todo el tiempo a sus cosas, que no queda nada más para el resto, para su vecino, para el pobre, para Dios”, agregó.
El espíritu de la Navidad, dijo el Papa, debería hacer a todos reconocer la oscuridad del mundo en la que mucha gente se encierra en sí misma porque no quiere recibir a Dios o su mensaje.
Benedicto XVI desea ¡Feliz Navidad! en idioma guaraní
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