Colonos abusan de los plaguicidas

LEOPOLDO PERRIER, San Cristóbal (Marti Bogado Villalba, corresponsal). El intendente de esta localidad del departamento de Alto Paraná, Ildefonso Santander, trata de minimizar la alarmante contaminación en la zona.




Los cultivos de soja llegan a cubrir parte de la calle y cuando son fumigados ya no se pueden utilizar, debido al potente olor de agroquímicos.



Afirma que es solo una pelea entre quienes alquilan sus tierras a los brasileños y los que exigen el respeto a las normas ambientales.
Los pobladores acusan al titular del ejecutivo comunal, a concejales de origen brasileño y algunos paraguayos de favorecer solo los intereses de los sojeros.

Los pobladores de este distrito, especialmente de la comunidad Santa Ana, ahora con el acompañamiento de algunos moradores de San Miguel, San Marcos y Tres Nacientes, piden que se cumpla con la franja de protección de 100 metros a los centros poblacionales, centros educativos y lugares públicos. También exigen la utilización de cortina vegetal de 5 metros al costado de los caminos.

Santander en una reunión entre productores y pobladores había manifestado que no se puede pretender el cumplimiento de estas normas en parcelas pequeñas y que la utilización de la protección con arbustos y árboles en los caminos sólo servirá para fomentar la delincuencia.

La realidad constatada por representantes de varias reparticiones del Estado es que existe un total descontrol en cuanto al uso de plaguicidas en esta zona, y tanto niños como adultos se quejan de frecuentes malestares estomacales y cefalea.
A esta realidad se suma el hecho de que los cultivos llegan a escasos metros de los cauces de agua y las zonas bajas. También los esteros son secados para convertirse en terreno de cultivo sin que las autoridades ambientales intervengan. Estas prácticas cuentan con el apoyo de las autoridades municipales, según manifestaron los pobladores.

Como muestra de este hecho es que el pasado sábado, dos maquinarias del MOPC estaban abriendo camino en una zona baja en la propiedad de un ex concejal de origen brasileño apodado Yuka. El colono estaba acompañado por el concejal Valdir Pelliza. Según Yuka y Pelliza, el operativo fue autorizado por el intendente Santander.