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Una bofetada al fútbol.

Deportes.
El estadio 4 de Octubre de la ciudad de Atyrá fue testigo de uno de los hechos más vergonzoso, sin precedente en nuestro fútbol. Es una verdadera vergüenza, bochornoso y lamentable lo ocurrido en el mencionado escenario deportivo.
La doctora Aidee Pereira, jueza de Cordillera, firmó un recurso de amparado solicitado por siete personas fanáticas de la liga ovetense y, después se mandó mudar, dejando a miles de aficionados con las ganas de querer ver el partido final entre las selecciones de Caaguazú y Capiatá. El presidente de la UFI, Gilberto Amarilla y el doctor Gerardo Acosta, asesor intentaron destrabar la medida judicial pero no se pudo. Los árbitros designados (Vicente Vega, Pedro Benítez, Vicente Figueredo y Carlos González, fueron convocados por los dos presidentes de la ligas finalistas, así como al titular de UFI, Gilberto Amarilla en la comisaría de la ciudad.

El comisario Prisciliano Martínez, jefe del departamento de Cordillera y de Orden y Seguridad, comisario Fulgencio Morel, comunicaron media hora antes del juego a los responsables que la Policía no garantiza el espectáculo y que darán cumplimiento a la orden judicial.

Posteriormente, los árbitros abandonaron la comisaría, sin haber pisado el estadio. Los comisarios se trasladaron hasta el escenario y comunicaron a los dos capitanes la orden judicial. El ambiente se caldeó más y por poco no se produjo un enfrentamiento en la cancha, mientras, en las gradas, los fanáticos gritaban con el corazón en la mano y las lágrimas en los rostros: “El pueblo unido jamás será vencido, que se vaya Nicanor” (en alusión mandatario oriundo de Coronel Oviedo). Por milagro y gracias a Dios no hubo desborde de la hinchada, que a pesar de la bofetada mantuvo coraje y patriotismo para absorber el trago amargo y hasta de una estafa en esta ocasión, porque pagaron sus entradas para observar el espectáculo. A simple vista se pudo notar, que jamás esa cantidad de efectivos iba a controlar esta cantidad de aficionados en caso de un enfrentamiento.

Ahora, quienes son responsables de esta vergüenza nacional, la UFI que permitió que los aficionados se ilusionaran en ver a sus seleccionados, o la protesta de estas siete personas, quienes no pensaron en la consecuencia de la judicialización, deben resarcir a los aficionados que abonaron por sus entradas.

El movimiento en la UFI, así como en la justicia, será intenso estos días para destrabar este lamentable momento que vive el fútbol.

“El corolario de la anarquía”

- ISMAEL CANDIA, ASESOR DE LA APF.
La UFI desconoció la resolución del Tribunal de Casación de la APF, que suspendió la final y reprogramó el juego decisivo, pero una acción judicial impidió su realización. Sobre lo sucedido, Ismael Candia, uno de los asesores de la APF, expresó: “Hay muchas cosas muy feas, casi una semana de conflicto y todo esto es el corolario de la anarquía, la demostración del primitivismo. Si en el fútbol hacemos esto, te podés imaginar lo que se puede hacer. Sobre la federación o entidad que tenga responsabilidad sobre todo esto vamos a tomar medidas categóricas como la expulsión, para que no vuelva a suceder. Acá hay una intromisión seria, podemos recibir castigos si no tomamos las correcciones necesarias en la APF.

“Vamos a demandar a los responsables”

- GERARDO ACOSTA, ASESOR DE LA UFI.
El asesor jurídico de la UFI, Gerardo Acosta, quien se trasladó hasta el juzgado de Caacupé para consultar con la jueza Haidée Pereira, dijo: “Estas siete personas que firmaron y solicitaron el amparo a la jueza ocasionaron una pérdida más de 200 millones de guaraníes, les vamos a hacer una demanda de indemnización para que se hagan responsables de lo ocurrido”, apuntó.

Agregó: “Nosotros vamos a ir con todo contra estas personas, vamos a demandarles y si hace falta les vamos a dejar sin casa, por este daño moral y material para el fútbol de nuestro país”. Por su parte, el titular de la UFI, Gilberto Amarilla, señaló: “Me siento humillado por lo ocurrido y no tuvimos otra que cumplir con el amparo judicial. A mi criterio la jueza tiene la culpa y una mano negra en contra inclusive de la APF”. Finalmente, dijo que el juego se podría regularizar el miércoles.

LA PRECISA

FRUSTRADA FIESTA. Una dinámica inusual vivió ayer desde temprana hora la ciudad de Atyrá, escenario del suspendido partido final de las Interligas. Los caaguaceños y capiateños llegaron en enormes ómnibus y vehículos particulares para respaldar a sus respectivas selecciones, pero salieron decepcionados por la suspensión.

COLORIDO. Un marco imponente presentó las gradas del estadio 4 de Octubre. Las gradas pintadas con los colores de ambos representativos y el bullicio de los aficionados dieron vida a la jornada futbolera.

FIESTA. Como entretenimiento hubo varios números artísticos, músicas, danzas, incluidas hermosas damas, quienes recibieron el aplauso y la admiración de la multitud.

REPLETO. El estadio desde temprano presentó un marco imponente, poniendo al límite al estadio que tiene una capacidad de 12.000 aficionados.

VERGONZOSO. Es una vergüenza, somos inútiles los paraguayos para permitir que nos hagan así unas cuantas personas. Es una falta de madurez de la UFI, no puede dejar que se llene el estadio, paguemos nuestras entradas y salgamos sin ver el partido y con los bolsillos vacíos, gritó un ofuscado aficionados.

INSEGURIDAD. Gracias a Dios no pasó nada. El ambiente estuvo tenso cuando los policías invadieron el campo de juego para despegar a la gente de allí. Por suerte, la actitud de las hinchadas fue correcta y no hubo nada que lamentar, porque la inseguridad estaba a la vista. La policía no iba a poder a controlar la furia de miles de aficionados.

“Esto es una bofetada al fútbol”

El ex capitán de la selección paraguaya en el último Mundial, Carlos Alberto Gamarra, fanático de Capiatá, y su señora Norma, oriunda de Caaguazú, también quedaron con las ganas de presenciar el juego final del Nacional de Interligas.

Gamarra no dudó un instante para decir: “Esto es una bofetada al fútbol, es una verdadera vergüenza, creo que no debería ocurrir. A mi criterio la gente de la UFI tenía que haber suspendido mucho antes el partido si es que estaba esa orden, y dejarle a esta pobre gente, especialmente de Caaguazú, que vinieron hasta en camión de carga para ver a su selección. Esto es una bofetada al fútbol”.

Añadió: “Yo creo que es una vergüenza, primero por el cambio de escenario, porque la ilusión del interior es jugar en el Defensores. Es una pena que dentro del fútbol intervengan la Justicia y la política, esto hay desterrar porque este deporte es alegría y pasión, lo mejor que tenemos en nuestro país”.

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