Revista brasileña Veja califica a Lugo de hidropopulista y lo compara con Chávez

La revista brasileña Veja dedicó dos páginas a la elección de Fernando Lugo como presidente de la República. Lo calificó de hidropopulista y lo compara con Hugo Chávez. También calificó de mito la propiedad paraguaya sobre el río Paraná.



Facsímil de la publicación que hizo la revista brasileña Veja en su edición de ayer 30 de abril sobre la victoria de Fernando Lugo

En un artículo fechado en Asunción y firmado por Duda Texeira, la revista brasileña Veja, en su edición de ayer, se ocupa de la victoria de Fernando Lugo, a la que califica como el triunfo del hidropopulismo. En una extensa nota de dos páginas, el periodista sostiene que la elección del religioso es un riesgo y una bendición porque, por un lado, tumbó al Partido Colorado, pero, por el otro, porque construyó su capital político “defendiendo la invasión de haciendas por parte de campesinos sin tierra...”.

En la nota se compara a Lugo con el presidente venezolano Hugo Chávez, con el ecuatoriano Rafael Correa y con el boliviano Evo Morales, y se sostiene que “si Chávez inventó el petropopulismo, Lugo triunfó en las urnas con una variante, el hidropopulismo. En común la retórica de ambos presenta la riqueza natural (petróleo, ríos, tierra cultivable) como solución para los males del país, desde el momento que dejen de ser indebidamente explotados por extranjeros. En el caso de Paraguay, los extranjeros ‘explotadores’ son los brasileños: la principal promesa de Lugo es exigir que Brasil pague más por la energía que se compra del lado paraguayo en la usina de Itaipú”, señala la nota.

PROPIEDAD DEL RÍO ES UN MITO

En otro apartado se critica la posición del presidente electo y se califica de mito la propiedad del Paraguay sobre el río Paraná. “Con su plan de aumentar cinco veces más el precio a ser pagado por la energía, Lugo toca fondo en un mito absurdo, pero que está enraizado entre los paraguayos, que es que el río Paraná, en la frontera con Brasil, les pertenece”.

Advierte que el nacionalismo mezclado con el antibrasilerismo y la creencia de que las riquezas naturales son la solución a la pobreza ya generó problemas en Bolivia donde se expropiaron refinerías de Petrobras en 2006.

Señala que en el caso de Bolivia el Gobierno brasileño fue tomado de sorpresa y sostiene que “ahora, con Lugo, Itamaraty tiene una nueva prueba en la defensa de los intereses brasileños”.

Sin embargo, aclara que en el caso de Paraguay la política exterior de Brasil será más fácil porque en primer lugar Lugo fue electo por una base amplia de partidos y no solo por sectores de izquierda y porque realmente no hay mucho que se pueda hacer en el caso de Itaipú, ya que no se podrá hacer una ocupación militar o una nacionalización y necesariamente tendrá que irse a un arbitraje internacional. El material termina diciendo que donde más incomodidad podría haber es con los hacendados brasileños por el plan de Lugo de dar tierras a los campesinos que no la tienen.